En la actualidad los medios de comunicación, y la
televisión en particular, emiten mensajes sobre salud y obesidad mediante
mensajes alarmantes. Estos mensajes suelen contener las certezas emanadas de
las investigaciones científicas pero no sus incertidumbres. La utilización de
mensajes de temor en relación con el riesgo de padecer determinadas
enfermedades (cáncer, enfermedades cardiacas, diabetes…) son frecuentes en los
discursos de las instituciones sanitarias. Estos discursos suelen llegar a la
población a través de los medios de comunicación, principalmente por medio de
la televisión. Los medios de comunicación en su faceta divulgadora, en
colaboración con las instituciones sanitarias, suelen alertar a la población de
la fatalidad de no practicar hábitos saludables, pero lo hacen a costa del
temor a enfermar y la presión moral sobre el cuidado corporal.
Los medios de comunicación probablemente están
realizando prácticas performativas al modo expuesto por Judith Butler (2001,
2002) y Stephen Ball (2003). Los actos performativos no hacen una descripción
de una realidad pero sin embargo, al pronunciarlos ejecutan lo que nombran.
Fomentan “una cultura y modo de regulación” del discurso y el conocimiento en
salud en general, y sobre el control del peso corporal y la obesidad, en
particular. Los medios de comunicación son unos de los agentes sociales más
influyentes sobre las ideas de salud de la población. Estos discursos infunden
una necesidad de control del peso que puede fomentar una insatisfacción con la
imagen corporal.
John Evans, Emma Rich y Brian Devis (2008), mantienen que
con estas prácticas performativas, se corre el riesgo de que las personas
entiendan que se puede alcanzar un estado perfecto de salud con el control
corporal del peso y realizando la cantidad “correcta” de ejercicio físico.
Estos autores han observado como los códigos sociales en los que se basan
estructuralmente la tendencia a la perfección están ligados a los imperativos
morales que se establecen sobre el cuerpo, forjándose sobre la idea de un
cuerpo saludable y su vinculación con el control del peso corporal.
Un acto discursivo que se emite como conocimiento
verdadero, y se repite como un "mantra", terminará produciendo lo que
nombra, sea verdadero o no. Esta circunstacia sucede con ciertos mitos como el aumento de
prevalencia de la obesidad infantil. En la próxima entrada de este blog hablaré
sobre la supuesta "epidemia de obesidad infantil" en España. Un
adelanto, según el estudio ALADINO la prevalencia de obesidad infantil
permanece estable en los últimos once años.
Ball,
S. (2003). The teacher´s soul and the terrors of performativy. Journal for critical education policy Studies, 18(2), 215-228
Butler,
J. (2001). El género en disputa. El feminismo y la subversión de la
identidad. México: Paidós. Visor.
Butler,
J. (2002). Cuerpos que importan. Sobre los límites materiales y discursivos
del "sexo". Buenos aires: Paidós.
Evans, J., Rich, E. y Davies, B. (2008). Education, Disordered Eating and Obesity Discourse. Fat fabrications.
Londres: Routledge.
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