martes, 18 de diciembre de 2012

Los mitos sobre el control del peso. Cuando un meta-análisis confunde más que aclara.

La obsesión por el control del peso corporal traspasa todas las estructuras de nuestra sociedad. Es frecuente escuchar a familiares o amigos hablar sobre su necesidad de dejar peso. Muchos de ellos no lo necesitan o incluso pueden estar delgados, pero está de moda seguir una dieta. La mayoría no lo hacen por prescripción médica, como indica la última Encuesta de Salud en España realizada por el Ministerio de Salud en el año 2012, la mayoría hacen dieta para controlar su peso corporal. Para ello, las claves son el aumento de la actividad física y la disminución de la ingesta. 
 
Soy un defensor de los beneficios de la actividad física y la alimentación equilibrada pero no a cualquier precio. Debemos procurar que estas actividades se desarrollen con el objeto de lograr una mejora física que sea la consecuencia del proceso social y psicológico de disfrutar cuidándose. Sin embargo, la mayoría de estudios y programas de fomento de la actividad física y alimentación  equilabrada olvidan este componente de motivación personal basado en la alegría de realizar una actividad que te hace disfrutar. Por el contrario, se intentan motivar a través del miedo a enfermar relacionando el perder peso con el control de la salud. Este último caso lo encontramos en multiples artículos e investigaciones científicas. Este es el caso del meta-análisis publicado en la prestigiosa revista Britihs Medical Journal el pasado día 6 de Diciembre http://www.bmj.com/content/345/bmj.e7666#ref-79

Este meta-análisis realiza una revisión de estudios controlados y aleatorios en los cuales se estudia la relación entre la disminución porcentual de grasas en la ingesta y la disminución del peso corporal. En sus conclusiones este estudio afirma que han encontrado evidencia estadísticamente significativa que relaciona que la disminución de la ingesta de grasa disminuye el peso corporal entendiendo que la salud de estas personas también a mejorado. Este es el titular y aquí nos solemos quedar muchos de nosotros. Pero cuando observamos con detenimiento el estudio observamos algunas "curiosidades". Veamos algunas a continuación.
 
El peso medio que han dejado las personas del estudio ha sido 1,6 Kg en seis meses que es el tiempo mínimo de inclusión de los estudios en el meta-análisis. Para ello la ingesta de grasas bajó del 48% de media al 28% de la ingesta total de macronutrientes. Recordemos que la recomendación para una dieta equilibrada es entre el 30-35% grasa. Podemos convenir que no es muy alentador para las personas que realizan solamente actividad física o controlan su dieta con el objeto de perder peso. De igual modo, también se asocia a una disminución del IMC de 0,5 Kg/m2. Este dato es más sorprendente pues la diferencia es tan insignificante que mejor lo señalarla. Una persona tiene un margen de 5 Kg/m2 para estar en el grupo de peso normal (20-25 Kg/m2). A pesar de todo, en las conclusiones estos investigadores relacionan estos resultados con una supuesta mejora en la salud al observar que el colesterol total de la mayoría de los participantes se había reducido "levemente". Eso sí, también lo hace el HDL o "colesterol bueno" por ello la mejora en cuanto este parámetro es cuestionable.
 
En resumen, este estudio no aporta nada y es publicado en una de las mejores revistas médicas del mundo. Los resultados no muestran que una reducción porcentual mínima  (30/35% al 28 %) ayude a perder peso y mucho menos que esto sugiera una mejora en la salud. Sin embargo, el mensaje si es claro, disminuye el consumo de grasa para perder peso y mejorar la salud. Este es un ejemplo de la presión que se realiza para que las personas pierdan peso sin ser obesos o sin tener problemas de salud  que lo aconsejen. Este tipo de recomendaciones, sin embargo, está consiguiendo que cada vez más personas tengan una relación problemática con el ejercicio y la alimentación. Incluso esta preocupación por el control del peso corporal está penetrando en las ideas de lo más pequeños, de los niños y niñas.
 
A continuación les contaré un caso real como reflexión. Hace unos días un niño entra en mi consulta de enfermería con su madre. Tras atender la demanda asistencial observo que el niño de 8 años está extremadamente delgado. Le pregunté si estaba comiendo poco en los últimos días. El niño no respondío, pero la madre lo hizo por él manifestando que no quería comer mucho desde hace meses. Al preguntar el motivo, la madre me respondió que el niño se sentía "gordo" y que no quería ponerse "enfermo". Os invito a reflexionar sobre el tema escuchando al rapero Porta.
 
 
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario