En este post quiero hacer reflexionar a lector sobre porqué la mayoría de investigaciones sociales sobre salud se basan en el paradigma positivista o cuantitativo. Todo depende de hacía donde dirigimos nuestra mirada.
Les invito a que miren esta imagen. La bailarina gira hacia la derecha con gran destreza. Pero, ¿por qué su autor eligió esta dirección?
Les invito a que miren esta imagen. La bailarina gira hacia la derecha con gran destreza. Pero, ¿por qué su autor eligió esta dirección?
Aunque la aparente dirección del movimiento de la figura es hacia la derecha, si usted ha visto a la bailarina girar hacia la izquierda o hacia ambos lados de forma alterna, no se preocupe. Es una ilusión óptica.
La imagen llamada Spinning Silhouette (Silueta Giratoria) es autoría de Nobuyuki Kayahara, quien la creó en 2003.
La ilusión deriva de la
falta de señales visuales de profundidad, que dan lugar a una ambigüedad en la
percepción del giro. Aunque, durante años se había especulado que las personas veían girar a la bailarina según su hemisferio cerebral dominante. Pero investigaciones recientes demuestran que no es cierto.
Niko
Troje,
psicólogo y director del Biomotion Lab en
Queen's University de Canadá, explica por
qué a veces la vemos girar en un sentido y en otras ocasiones en sentido
opuesto: "Nuestro sistema
visual, si tiene la opción de escoger, parece preferir la perspectiva desde
arriba". Además, agrega:
"Es un
sesgo perceptual. Tiene sentido asumir que estamos mirando desde arriba a
objetos que están sobre el suelo bajo nosotros, en vez de flotando en el aire
sobre nosotros".
La bailarina causa este efecto visual debido a la falta de referencias o señales que nos indiquen la profundidad. Este efecto visual es fruto del intento de nuestro cerebro por interpretar en tres dimensiones una imagen en dos dimensiones.
Ilusión en la investigación social sobre salud
Al igual que ocurre con la bailarina, en las investigaciones sociales sobre salud también se suelen generar ilusiones o certezas parciales sobre los temas estudiados. La falta de referencias o datos provenientes del paradigma naturalista o cualitativo nos hace ver girar la salud de las personas sólo en una dirección, la cuatitativa. No quiero expresar que no sea valida esta visión, pero en ocasiones no es la opción adecuada para estudiar algunos aspectos sobre la salud. Pongamos como ejemplo, las investigaciones sobre salud que abordan las percepciones de las personas sobre calidad de vida o sus ideas sobre que es la salud.
Alexander Rosenberg, en su libro, Filosofía de las Ciencias Sociales, analiza este dilema antiguo en las ciencas sociales:
“La discusión sobre si el objetivo de
las ciencias sociales debe ser la mejora de la predicciones o un incremento de
la inteligibilidad constituyen fundamentalmente un desacuerdo sobre la
naturaleza, extensión y justificación de nuestras pretensiones de conocimiento.
Por supuesto, podríamos no tener que
escoger entre buscar la mejora de nuestras predicciones y hacer de la acción
humana algo más inteligible. Pero en la medida en que lo que busquemos en la
ciencia social sea conocimiento, es obligado elegir”.
De las palabras de Rosenberg podría desprenderse que la investigación cualitativa es la única opción metodológica para comprender la acción humana en relación a las ideas, valores y creencias que las personas tienen sobre la salud. Yo opinó que ambos paradigmas son necesarios y pueden convivir en una investigación, sin embargo defiendo que el analásis de los datos debe mantener siempre un carácter interpretativo. Basar el conocimiento del proceso social y cultural de producción de las ideas sobre salud de las personas en predicciones de la acción humana es cuanto menos peligroso. Para comprender este proceso no debemos valorar sólo la información que nos ofrecen las personas, también hay que interpretar sus acciones, sus gestos y sus miradas en el contexto social y cultural donde se producen. De eso se trata, la salud no depende sólo de aspectos cuantitativos o de lo que podemos ver a simple vista. Os dejo para reflexionar un video de la iniciativa "Mírame, diferénciate" con la música de Jorge Drexler.