Diferentes investigadores se muestran críticos con los discursos que
sociedades científicas y autoridades sanitarias ofrecen sobre la obesidad y el
control del peso corporal. Gard y Wright afirman que las diferentes disciplinas que estudian e investigan
sobre la obesidad presentan discursos con una carga moral e ideológica muy
acusada. Proponen una actitud reflexiva sobre la necesidad de analizar en
profundidad la situación actual en relación a la obesidad y el tratamiento
social de las personas obesas que son catalogadas como enfermos afectados por
una “epidemia de la obesidad” o “epidemia del siglo XXI”.
Los investigadores críticos con el planteamiento de tratar social y sanitariamente el problema de la obesidad como una epidemia advierten que se ha optado por generalizar acerca de las causas y las consecuencias de estar obeso y ello conlleva ciertas dificultades. La principal es la de convivir con los efectos de su particular concepción del problema, estar obeso es igual a estar enfermo. Estos autores entienden que esta ideación se deriva de una compresión limitada, insuficiente y/o parcial de la obesidad, la alimentación, la actividad física, la sociedad y la cultura.
Los investigadores críticos con el planteamiento de tratar social y sanitariamente el problema de la obesidad como una epidemia advierten que se ha optado por generalizar acerca de las causas y las consecuencias de estar obeso y ello conlleva ciertas dificultades. La principal es la de convivir con los efectos de su particular concepción del problema, estar obeso es igual a estar enfermo. Estos autores entienden que esta ideación se deriva de una compresión limitada, insuficiente y/o parcial de la obesidad, la alimentación, la actividad física, la sociedad y la cultura.
Gard
y Wright sugieren que nos fijemos en la noción de que todo el mundo y en todas
partes puede ser una víctima potencial de la crisis de la obesidad. Esta
noción es transmitida como una verdad probada, que supone como mínimo, una
exageración. De hecho, afirman que el predominio de esta explicación biomédica,
desprecia las dimensiones socio-culturales, económicas, étnicas y de género que
deben presentar el análisis multifactorial de la obesidad.
Campos afirma que se está realizando a
nivel mundial una persecución del “gordo". El individuo obeso se encuentra en el centro de una tormenta de
intereses y, aunque sea consciente del alcance de su problema, se ve incapaz
de conseguir el cambio que unos le piden, pero otros le dificultan, luchando
continuamente en contra de una oferta ilimitada de ocio sedentario y alimento.
Se siente culpable de ser obeso y culpable de no ser capaz de solucionarlo.
En este ambiente no es difícil acabar en el aislamiento y la depresión.
López
de la Torre y Bellido se preguntan sobre esta persecución social
del obeso y su posible estigmatización, “¿hasta
dónde debería presionar la sociedad a un obeso bien informado y con suficiente
capacidad de decisión para cambiar sus hábitos de vida en aras de un beneficio
personal, social y económico?” Es indudable que las personas con
sobrepeso y obesidad sufren una presión moral sobre su cuerpo superior al resto
de la sociedad. En
la sociedad actual el ser obeso tiene una vinculación casi directa con
conceptos como falta de voluntad, de autocontrol, dejadez y pereza. Aunque la
presión sobre la imagen corporal comprende un amplio espectro, bien por estar
demasiado gordo o demasiado delgado, por ser demasiado sedentaria o ser demasiado
propensos a comer alimentos poco saludables, la sociedad no se cansa de
recordarnos nuestras imperfecciones. Tal es la presión a la que esta sometida la
población para hacerse responsable de su imagen corporal que investigadores
como Campos aseguran que hemos construido una cultura que garantiza que pocas
personas estén en paz con su cuerpo. Estas actitudes influyen negativamente en
la percepción que una persona tiene de si misma afectando negativamente a su
autoconcepto y autoestima. Estos procesos favorecen la génesis de trastornos de
la alimentación como la bulimia o la anorexia dónde existe una distorsión de la
imagen corporal.
Gard M, Wright J. The obesity epidemic. Science, morality and ideology. Londres: Routledge; 2005.
Campos , P. The obesity Myth. Nueva York: Gotham Books; 2004.
Gard M, Wright J. The obesity epidemic. Science, morality and ideology. Londres: Routledge; 2005.
López de la Torre M y Bellido D. El acoso social del obeso. Revista
Española de Obesidad 2008; 6 (Pt5):
235-6.
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